Posted: 10.05.2007, 15:51
Hola.
¿Cómo estás primo?
Deseo que, incluso mejor de lo que espero, así, igual con tu madre, y tu hermana, y los que están de alguna manera en ti, como tú en ellos. Sabes que lo digo en serio y sincero.
¿Sabes? varias cosas me han estado pasando. La mayoría de esas para angustia, porque !hey!, sigo siendo de carne y hueso. Y me gustaría contártelas, pero no tiene caso (...).
Ea! que también han ocurrido grandiosas cosas ante mis ojos, que han entrado por mis oídos para un registro instantáneo, para la postrera ejecución de abrir tales archivos, al momento del balance de los días pasados.
¿Esas sí te las cuento?
Pues fíjate que tampoco, amigo mío. No vaya a ser que sean tesoros que se lleve el viento. Porque de pronto sospecho que hablo sin ser escuchado, como un loco feliz que habla y habla lo que nadie entiende.
Pero soy fiel... al menos lo intento...
¿Sabes lo que es escribir directamente del tintero de tu corazón?
¿Y sabes lo que es tener qué deshecharlo al momento de elegir lo que se ha de revelar?
(...muchas notas guardadas para quien quisiera leerlas; varios apuntes en el borrador 'incrustado en sangre'; ideas gráciles para quien llegue a interesarle la diatriba tirante a debate; hermosas formaciones de fonemas que muestran profundo aprecio; o concretas sentencias sobre lo que es probado con ciencia como falsedad... hube de quitarlo de entre tú y yo...)
Tuve qué quitar lo que iba a dar, que con mi palabra aseguré, antes, en la primera como en la anterior vez en que te hablé...
No vaya a ser que también tú te vayas de mí en definitiva, que si de por sí, somos -dicen- algo ajenos, hasta me odies.
Porque así como yo, tú eres lo mismo en cuanto a capacidades, para lo uno como para lo otro, o quizás supongo sobre lo que no te he conocido, una constancia en cuya firmeza no hay esas cosas; sigo sin probabilidad para cálculo. No he podido despejar suficientes incógnitas.
Pues cómo, precisamente, puedo hablarte, si no has hablado conmigo? de qué puedo asirme? por eso, si mantienes tu silencio, si tu alma no me puede hablar, ... sigue siendo tú mismo y tu paz permanezca como antes de que nos conociéramos un poco.
Sólo que entonces yo sigo siendo yo mismo, pero mudo. Y si ya no se escucha mi voz, mi alma no calla, mi mente no olvida, el miocardio no detiene su fidelidad sobre sus votos de amistad. De manera que eres siempre bienvenido. No lo dudes.
Porque en relación a los demás soy extraño, pero dentro me soy bastante familiar. Pídeme cuenta que puedo darla, mi conciencia está muy despierta, tan así de lo que está fuera de mí, como lo que irremediablemente he de administrar.
Cesarán los mails, se retendrá lo que está en abundancia para la hermana de mi padre, se marchitarán en mis dedos los mensajes a tu móvil...
Pero cuatro palabras tengo para ti, siempre.
Pero cómo entregártelas si no las quieres, si no las 'puedes' (manejar).
Nadie es indispensable. Tampoco yo. Tú ya tienes, y ciertamente yo ya tengo.
Un día, otra vez quizás nos veremos. Eso es todo lo que debo esperar, un hecho fortuito. Ningún logro.
¿Qué te diré ese día?... antes habré llorado, como el bebé que soy. Y si resulta que he madurado para entonces, de cualquier manera lloraré después, por razones... por una ecuación muy larga que no puedo terminarte de dictar.
Lo que he dicho, desde 'la primera', permanece, porque si cambio, la verdad no cambia, sólo aumenta, y si aumenta la verdad, aumenta indiscutiblemente mi amor...menos te diré entonces, si con lo menos te aturdí... ; para que la alta cotización de mis valores no te abrumen pesadamente. Hasta por amor así te haré, amigo... Alan, mi amado amigo.
Escribí un drama, no a falta de novela qué vivir, no te distraigas, y no te confundas, lo que no se entiende tampoco se juzga, y si se entiende, lo que se ha entendido habría de comprobarse, de cotejarse, pero...¿cómo puedes?¿cómo podrías tú? No puedes, no has podido.
¿No tiene cada uno lo que le vale la pena, su esfuerzo puesto en ello? Por eso aquí estoy; pero pienso en ti y en no forzarte a nada. No seré una gotera molesta para ti.
Gratis en mi silencio te estaré dando.
Seguiremos viviendo, el mismo sol nos alumbrará, la misma luna, aunque un distinto cielo nos cubrirán. Aire aspiraremos, agua nos sostendrá... vivificará la sangre. Alimento nos mejorará el semblante. Amaremos a quienes nos permiten hacerlo.
Pero no renuncio, compañero. Sólo te doy tiempo, incluso hasta que nos veamos, para volver a sentirme como un tonto, que dice muchas cosas que nada tienen qué ver contigo. Yo entiendo lo que digo, así ha sido siempre.
Mientras tanto, seguiré juzgándome, por si eso me reditúa en un mejoramiento de esta enfermedad crónica. Formularé nuevas nomenclaturas, pero no para decir las mismas cosas.
Y tú, tú harás lo que puedas en lo que está a tu control. De lo cual no debiera estar al tanto ¿verdad? pues, suficiente tienes de todo, que incluye sus propios términos, sus propias cláusulas...
¿Se ha notado mi desánimo? ¿cabría, para hacérsele valer, una disculpa a cada nueva ofensa? qué cansado es ser yo mismo cuando omito a... tú sabes... aquel cuyo pronombre se debe escribir con mayúscula...
Esa es la razón por la que ya sólo cuento con dos amigos. Porque yo no puedo ser amigo de mis amigos, si ellos me piden o requieren del requisito cumplido de sólo ser yo mismo, sin tener en cuenta a "ese" y al "otro", que como malhechores deben ser escondidos.
No. Yo no puedo, ni quiero ser sólo Jesús... Chuy... es terrible ser así, y dejar una ley, y estar desaforado, como la mayoría de los que arruinan su propio mundo.
Dos buenas razones tengo por ende.
La primera eres tú, y la segunda soy yo.
Pero lee bien, no vaya a ser que algunas palabras se te hagan chicas, y no las recuerdes, porque hasta en esto te embauco, si eres inexperto como no lo creo, pero te advierto, por si sabes de enigmas, y no como mis otroras mundanos amigos, principiantes en sus caminos calamitosos; que doy una apariencia, pero no es en la apariencia del tono, sino en la verdad que puede buscar y hallar tu corazón que puedes encontrar lo que digo, como de hecho te prefiguro, esencia misma de las cartas que de mis amigos de compartí, pero que no alcancé a explicar, porque soy corto en paciencia por anteriores experiencias como estas.
Vaya, que termino, y así comienza lo comprometido.