Había sido un día terrible y recordé que tenia que
hacer una llamada telefónica. Encontré el número y lo
marqué.
-Hola, habla Francisco, ¿podría hablar con Andrea?. Me
contestó un malgeniado.
-Equivocado, pendejo- y me colgaron el teléfono.
Miré en mi agenda y noté que había escrito mal
teléfono de Andrea. Ella era 5984-2211 y yo había
anotado 5984-1122. Mientras hablaba con Andrea,
observé el número equivocado que tenía anotado y donde
me habían "pendejeado". Al colgar, tomé el teléfono,
marqué el número equivocado y encima me contestó un
grosero. Dije:
-Eres un Pendejo- y colgué. Al terminar de decirle
eso, escribí junto a su numero telefónico la palabra
"PENDEJO" y cerré mi agenda. Cada vez que tenía un día
difícil, abría mi agenda, buscaba el teléfono y le
llamaba al susodicho. El contestaba y yo le decía
"Eres un Pendejo". Esto me hacía sentirme mucho mejor.
Al cabo del tiempo Telmex introdujo el Servicio de
Identificación de Llamadas. Esto me limitaba y deje de
llamar. Una ocasión tuve un día de esos realmente
malos. Agarré el teléfono, marqué su número telefónico
y escuché su voz diciendo:
-¿Bueno?- me cambie de identidad y dije:
-Buenas tardes, le llamo de la Compañía de Teléfonos
para saber si ya tiene usted identificador de Llamadas
o si quiere contratarlo.
El siempre malgeniado me contestó: -No me interesa- y
me colgó de nuevo. Rápidamente lo llame de nuevo y le
dije "Es porque eres un pendejo"... Pero este relato
no es sobre un pendejo, sino sobre dos. ¡Y esto cada
vez se pone mejor!
Justo el día de esa última llamada, estaba en un
centro comercial esperando a que una señora de edad
dejara libre el único sitio para estacionarme. El
lugar estaba repleto. La viejita se tomaba todo el
tiempo del mundo. Yo estaba desesperado pero me
controlaba, por respeto a la edad y porque sabía que
no había un solo lugar disponible. La anciana comenzó
a retroceder muy lentamente. Yo esperaba con las luces
intermitentes prendidas, incluso retrocedí mi carro un
poco para darle a la viejita todo el espacio que
necesitaba y por fin estacionarme. Cuando de repente,
apareció un Jetta Negro en sentido contrario y
simplemente se estacionó en el lugar que había dejado
la viejita. Comencé a tocar el claxon como desesperado
y a gritar:
-No puede hacer eso ¿Qué le pasa? ¡Yo estaba aquí
primero!-
El tipo del Jetta simplemente se bajo del carro y
camino hacia el centro comercial ignorándome como si
ni siquiera me hubiera visto ni escuchado.
"Ese tipo es un pendejo" pensé, a la vez que estaba a
punto de explotar de coraje. Fue entonces cuando note
que el Jetta tenía un letrero (muy naco por cierto)
que decía "ME VENDEN". Entonces anoté el número de
teléfono y busqué otro lugar para estacionarme. Un par
de días después, estaba en el trabajo viviendo otro de
esos días difíciles, acababa de llamar al 5984-1122 y
decirle al tipo que "Era un Pendejo" Entonces recordé
al del Jetta Negro. Saqué el papelito de la cartera y
vi el teléfono 5942-0740. Me dije: "Debería llamar a
este tipo también". Después de que sonó varias veces
alguien me contestó.
-¿Bueno?
-¿Hablo con el Sr. del Jetta Negro que se vende?
-Si, habla con él-
-¿Podría decirme donde lo puedo ver?
-Si, vivo en la Calle Las Huertas 345, es una casa
blanca y el carro esta estacionado enfrente.
-¿Cuál es su nombre? - le pregunte.
-Mi nombre es Eduardo Pérez.
-¿A qué hora sería posible pasar a ver el coche señor,
Eduardo?
-Me puede encontrar en las noches.
-Escucha Eduardo, ¿te puedo decir algo?
-Si.
-Eduardo, ¡eres un Pendejo!- y le colgué el teléfono.
Después de varios días de llamar al par de pendejos y
colgarles, la cosa ya no era tan divertida como antes
y entonces busque una solución. Llame al Pendejo # 1.
Me contestó el grosero, yo le dije "eres un Pendejo" y
no colgué. "¿Estas ahí?" Preguntó. Yo le dije
"Siiiiiiii......." El tipo me dijo: "Deje de llamarme"
Yo le dije "Nooooo" Entonces me preguntó "Cuál es tu
nombre desgraciado?" Yo le dije "Eduardo Pérez" "Donde
vives maldito?" Le conteste "en la Calle Las Huertas
345, es una casa blanca", "Voy para allá ahora mismo
Eduardo. Será mejor que empieces a rezar imbécil",
"Uyuyuuuuuy sí!! Que miedo me da, pendejo" Y le
colgué. Al terminar llamé al Pendejo # 2. El tipo
contestó "Bueno" "Hola, Pendejo" El tipo me dijo "Si
te llego a encontrar..." "Tu y cuantos mas Rependejo?"
"Te voy a partir tu madre" "Bueno, esta es tu gran
oportunidad, voy para tu casa imbécil" y colgué.
Finalmente tomé el teléfono y llamé a la policía. Les
dije que estaba en la Calle Las Huertas 345 y que iba
a matar a mi novio homosexual tan pronto como llegara
a su casa, porque lo había visto con otro. Luego llamé
a un noticiero de esos amarillistas para reportar que
iba a comenzar una guerra de pandillas homosexuales en
la Calle Las Huertas 345. Después, me subí a mi carro
y me fui a la Calle Las Huertas 345. Fue glorioso!!!!
Observar a un par de pendejos pateándose enfrente de 6
patrullas y de las cámaras del noticiero que estaban
reportando una disputa entre gays.
Fue una de las mejores experiencias de mi vida!!! Así
es que no lo olvides, si deseas desquitarte.......
búscate tus pendejos......
¡¡¡AAH! Y aguas, no te vayan a agarrar de su pendejo.