CuernavacaGay

Mi teléfono quedó dañado por un ruido espantoso a consecuencia de la temporada de lluvias, que este año han sido especialmente intensas pero el contratiempo salió barato comparado con quienes sí lo han pasado mal con el temporal.

Molesto reporté la línea a Telmex un lunes por la mañana y prometieron repararlo en menos de 48 horas pero no fue así, pasaron los días y nada. El sábado dormía complacido cuando muy temprano recibí una llamada, era una voz varonil pero con un timbre muy especial que a mi oído sonó muy agradable, amablemente me dio su nombre: Ramón Hernández,
-tengo reportada su línea, ¿ a qué hora puedo pasar?..
Molestó le contesté:
-Quedaron de repararla en 48 horas y ya pasó toda la semana, así que ven cuando te de la gana.

En menos de media hora llamaba a mi puerta con su uniforme azul claro, se veía aseado como recién bañado, el cabello algo largo pero arreglado con gel y relamido para atrás y en su mano una caja con cables y un auricular de teléfono. Al abrirle apenas me levanté aún con bata que sólo cubría mi bóxer le indique donde estaba el registro, por úlyimo le dige que si no necesitaba más yo regresaría al cuarto contiguo a seguir descansando a esta hora de la mañana de sábado y que allá esta otra extensión. Desde el primer contacto visual percibí en él esa mirada lasciva como buscando discretamente mi paquete oteando curioso para ver que salía algo de la entrepierna .
El "radar gay" no se equivocó, en cuestión de minutos se hizo presente en mi dormitorio con el pretexto de revisar la otra extensión para eso ya sin bata nada más en bóxer estaba yo recostado sobre la cama, él quitó la mesita de noche y con el brazo izquierdo apoyado en la cama con un movimiento supuestamente involuntario tocó mi bulto sentí como latigazo de electricidad, no opuse resistencia más aún me acomodé para facilitarle el trabajo solamente extendió el brazo y lo ayude guiándolo sobre mi miembro viril que apenas comenzaba a despertar. No atinó a decir más nada que
-"ya quedó la línea" pronunciando con una voz entre cortada.
-Tranquilo, no pasa nada, intenté calmarlo. ¿qué nunca habías estado a solas con un hombre desnudo?. Inquirí curioso. Simplemente respondió con un monosílabo: NO.
-Esta es mi primera vez, aunque he tenido mis fantasías y lo he deseado.
-Órale, ¿cuál es exactamente tu fantasía?
-Nada en especial, ni difícil. Me gustaría que me azotaran con cable de teléfono.
-De acuerdo, para que te tranquilices te daré primero tus nalgadas.
Ramón se despojó de su overol azul claro de Telmex quedándose como única prenda una trusa blanca de algodón y con la palma extendida comencé a darle nalgadas cual chiquillo grosero, eran unas nalgas fuertes, redondas y muy firmes.
-¿qué no te duelen las nalgadas?
-No, al contrario me está gustando.
-Entonces pásame uno de esos de tus cables, vamos a ver si esto sí te duele cabrón.
Muy obediente me pasó un largo cable por lo menos eran 5 metros los que acomodé de tal manera que se hizo ese cable como si fuera una cuarta para fustigar caballos. Le ordené con palabras altisonantes que se acostara allí sobre la cama , que se pusiera boca abajo, comenzando así su anhelada tortura, cada vez con más intensidad fue recibiendo golpe a golpe nos se quejaba solo muy de vez en cuando dejaba escapar una exclamación de dolor ahogado e inaudible solo como un leve uff. Ya estuvo, pregunté:
-¿Te gusto?, ¿con eso tienes?
-No me duele, quiero más, túpeme de chingadazos, Azótame más fuerte por favor. Dame duro.
-Oye, pero así no se vale, quítate la trusa que lo que sigue es a calzón quitado y a nalga limpia.
Dócilmente obedeció bajándose lentamente la trusa blanca de algodón, se la arrebaté con violencia y como soy un poco fetichista frote esa trusa sobre mi nariz, desprendía un delicioso aroma a jabón de olor al percibir el perfume de un culo recién bañadito me prendió mucho más por lo que me bajé el boxer para estar en igualdad de situación y con palabras soeces y ya los dos completamente en cueros le di la orden que se pusiera en posición de ?C? reclinándose sobre el respaldo de la silla con el culo al aire.
-Saliste muy aguantador Pendejo, ¿muy cabroncito para los chingadazos?. Para ti tengo esta otra serie de azotes con tu cable. Te daré con toda mi fuerza y ahora será sin detenerse, tendrás lo que buscas y es lo que mereces, hijo de puta.
-No me duelen tus jodazos hijo de la chingada, -me respondió como para ponerse al tiro conmigo y desafiándome- , si tienes más huevos pégame más duro baboso.
-Ahora te voy a golpear que nunca olvidarás esta mañana de sábado.
-Tú dame, es mi primera vez y que te valga madres, esto ya me encantó.
Esas hermosas y firmes nalgas ya estaban rojas pero como lo pedía la dinámica del juego le di con mucho más fuerzas, con todas las que fui capaz, varias veces, con vértigo, golpes secos, sin misericordia, y ya no fueron rojas ahora adquirieron un color amoratado. Terminé exhausto y grité ?¡Basta ya!?, estaba yo sin más fuerzas pero el suplicaba seguir con ese juego protervo. Sin lugar a dudas había aprobado su ?examen de admisión? al extraño club del sometimiento. Otra vez le repetí:
-¡Basta! Ya fue suficiente dosis de tu medicina, pónte en pie ya no estés inclinado.
Casí temblando se incorporó dejando escapar una lágrima, no sé si por dolor infringido o de la emoción por haber satisfecho su fantasía. Fatigado de tanto latiguear me senté al filo de la cama quedando una vez más frente a frente, le tendí los brazos en torno a su cintura y como abrazándolo no resistí el impulso de darle un buen masaje a esa moradas nalgas y sobre vino un súbito cambio de actitud pasando de lo agresivo y grosero a la ternura dulce. Así como Ramón aceptó el gopeteo feroz ahora aceptaba sin más el masaje sobre su redondo trasero mi dedo no tardó en encontrar el cálido túnel de su esfínter eso evidentemente le agradó porque su pequeño pene estaba creciendo casi en mi nariz, por lo que me resulto fácil chuparlo. De estar sentado me incorporé y no era mucha la diferencia de estaturas rozamos nuestros labios y lo volví de espaldas y lo que siguió a continuación no fue sino dar rienda suelta al placer. Dieron las doce del medio día hasta entonces se acordó que tenía trabajos pendientes, con el culo adolorido pero con el corazón feliz por su debut en el arte del sometimiento me pidió su trusa, por ultima vez goce su aroma y la entregué y del suelo tomó el mal doblado overol azul claro que se calzó inmediatamente, se medio arreglo el cabello embadurnado y se despidió en breve:
- Vale. Regreso a trabajar, te marco? al fin ya tengo tu teléfono, je je je.



editado por: PELUZA, 06 de Oct de 2010 - 02:40 AM

PUES ESTA MUY BUENA ESA HISTORIA, A MI SE ME GUSTARIA TENER UNA EXPERINCIA COMO ESAS NOMAS PARA SENTIR PERO SE ME HACE COMO MUY FUERTE.

Peluza, tu siempre con tus fantasias, esta bueno tu reato, a muchos no nos gusta esa cosa del sadomasoquismo, no se como te atreves a escribir esa andanada de babosadas, Se me hace que a ti y a los que les guste es sadosaoquismos han de estar perturbados de la mente. Degenerado, mejor vuelve a escribir coasas cachondas de las que antes escribias.

Wii, no exta mal tener fantacias. Es muy erótico sentir un latigaso en las pompa y k te las dejen moradas. Peluza, si kisieras me dejo k me des a mano limpias las nalgadas q kieras. Ya sabes donde encontrarme.

¿usaste condón?

TERRASOL, ya te podrás imaginar lo que sucede cuando das esa rienda suelta al placer, pero siemopre hay que tomar las debidas medidas de preucación e higiene, desde luego que el condón es parte fundamentel. Por eso has de haber escuchado por alli que SIN GORRITO NO HAY FIESTA. Por lo tanto es indiscutible el uso del condon, incluso CONASIDA los regala. Evitas las ETS.

Peluza mandame privado, y a ver que pasa, No se si te agusate mucho pero quiero iniciarme en el sometimiento, ya cumpñi los 20.