He leido algunos comentarios sobre la pelicula La pasiòn de Cristo y la verdad no entiendo por que dicen que es mala y solo se exagera la cantidad de sangre y violencia. En lo personal creo que el trabajo de Gibson es bueno, de hecho es el que más me ha gustado. Creo que las imagenes son hermosas y su edición buena. Creo que muestra la crueldad que tenemos los hombres y que pareciera es normal en nosotros, la escena en cual lo van golpeando y luego se presenta la del domingo de ramos nos muestra como un mismo pueblo puede amarte y odiarte a grados extremos. La especie de monologo que tiene al inicio y la intervención del demonio me parecieron bien dramatizado. Creo que la Peli te lleva de a la ternura, al dolor, a la impresón, y a repensar sobre lo que somos. Esto no lo digo por que sea cristiano o catolico, ya que no lo soy, lo digo porque si muestra como ya lo dije nuestra capacidad de violencia, injusticia, maldad y de idiferencia al otro.
Esta no es una interpretación mia pero me parece genial y que la pelicula nos puede acercar a lo que es un sacrificio y como tal la posibilidad de vivir o experimentar lo sagrado que de experimenta en dicho acto (claro si te dejas envolver y no llega uno con todos los prejuicios que tenemos contra la religión).
Chequenlo y espero sus comentarios. Esto es algo de lo que creo y se daran cuenta que no fui a ver la peli con una carga religiosa-cristiana. Ya que es algo de lo que cuestiono.
Un abrazo.
Lo imposible.
" ¿Pecado? ¿No es este término teológico una carcajada en boca de Bataille? Lo es, al punto de utilizarlo para consolidar una interpretación sorpresiva que ofrece de las Sagradas Escrituras. En opinión del cristianismo, ningún otro mal se equipara con la crucifixión. Mal de males, todo creyente asume su deuda ante ese sacrificio redentor llevado a cabo para rescatar al hombre del pecado original. “Y tomando consigo a Pedro y a los dos hijos de Zebedeo, comenzó a sentir tristeza y angustia. Entonces les dice: ‘Mi alma está triste hasta el punto de morir, quedaos aquí y velad conmigo.’ Y adelantándose un poco, cayo rostro en tierra, y suplicaba así: ‘Padre mío, si es posible, que pase de mí esta copa, pero no sea como yo quiero, sino como quieras tú,’ ” refiere San Mateo.
Luego Jesús exhalará el espíritu, blanco de las mofas de cuantos lo rodean al pie de la cruz. La muerte que atenta contra el ser de Dios establece la comunicación entre sus criaturas. Dios experimenta el desgarramiento a través del homicidio perpetrado por los hombres contra su Hijo, lo cual genera en ellos una culpabilidad imborrable que los amalgama entre sí. De no haber acontecido dicho sacrificio, cada uno, Creador y criaturas, habría conservado su integridad respectiva, eliminando cualquier posibilidad de comunicación. Por tanto, la crucifixión no es redentora, sino el pecado mismo. El bien está lejos de ser el resorte que mueve al hombre a relacionarse con Dios o, en última instancia, con sus congéneres. El deicidio es lo que favorece la comunicación. Dios muerto, los hombres pueden comunicarse a través del recuerdo del asesinato que cometieron. La muerte de Dios, hemos de convenir, hizo factible la alianza entre los hombres, obligándolos a mirarse como seres absolutamente desgarrados que se comunican en la complicidad del homicidio.
Gracias a la ausencia de Dios, la comunicación es posible. No cabe suponer a un ser pleno, intacto, comunicándose con otro. La otredad le sería forzosamente desconocida. Sólo hay comunicación entre seres incompletos, frágiles, desesperados. Partícipes del crimen que es iglesia, desahuciados de la gloria, intentan remontar con todo su empeño la nada que los escinde. De esta manera, el mal ha sido, y será siempre, la fuente primordial de la vida comunitaria. Cada cual, arruinado en sí mismo y en el otro el deseo de la integridad, se dispone a la comunión para llegar a la cima. En la cúspide de la experiencia espiritual ateológica, el mal no se sufre; se quiere. Una vez allá arriba, se ora con la desazón de los condenados a cadena perpetua: Padre mío que no estás en los cielos, santificado sea tu nombre porque aumentas los pecados del mundo... "