CuernavacaGay

Hace bastantes años atrás, cuando aún era niño (16 años de edad), fui a pasear al puerto de Acapulco con mis padres. En una tarde calurosa, salí del hotel, uno de tantos económicos ubicado en la costera. Estaba muy aburrido en la habitación por lo que pedí a mis papás permiso para salir a dar un paseo cerca de ahí. A una plaza comercial tipo Galerías. Accedieron y salí vestido de short, playera sin mangas y mis tenis. A pesar de ser niño tenía ya un cuerpo bastante desarrollado por el hábito de jugar futbol, mis brazos se veían fuertes y mis piernas gruesas dejaban asomar una vellosidad incipiente. Es decir, tenía cuerpo atlético desde entonces.
Entré a la plaza comercial y como todo adolescente, quise ver los discos para comprar dos mínimo. Era tan aburrido estar sin música en un hotel.
Miré varios por un momento y me decidí por dos, urgué en mi bolsillo y ¡que tonto, había olvidado el dinero! Si alguien hubiera observado, se hubiera dado cuenta de la frustración en mi rostro. Solo acerté a exclamar ¡chinn, mi dinero!.
En ese momento súbitamente escuche una voz varonil tras de mí: ¿Qué baratos están los discos de esta sección , verdad chavo? – si, respondí, muy baratos, en tono extrañado. Era un hombre maduro como de 45 años, alto, blanco, fornido, de acento extranjero, vestido como turista pero con un short muy corto y ajustado.
¿Cuáles vas a llevar? Se nota que tienes buen gusto o al menos gustos similares a los míos musicalmente hablando, el pop en Inglés es de lo mejor.
- Pues creo que no compraré, olvidé mi dinero, tal vez mañana… dije titubeante y desconcertado y mis ojos finalmente los dirigí a su bulto que se veía enorme. Al sentirme descubierto por él quise alejarme, le dije adiós.
Sin embargo tuve una sensación extraña, cierto gusto o atracción. Cosa que me dio más miedo. Jamás me habían abordado así, menos un hombre tan varonil e interesante.
Oyé ¿por qué tan pronto te vas? (dijo con su acento extranjero) anda toma tus discos, te los puedo obsequiar, decía mientras metía su mano en el bolsillo para sacar dinero, al hacer esto, ajustaba más su short y ahora se notaba su enorme palo ya erecto.
En eso me echa su brazo al hombro como de padre a hijo y me dice, anda chavito no te quedes con las ganas y me ofrece un billete de $500.
Por impulso y como agradecido le abrazo rapidamente su cintura y pongo mi cabeza en su pecho y le digo. Asi le hago a mi papá cuando me regala algo. Gracias. ¿cómo te lo puedo pagar? - ¿Qué te parece si llevamos los discos a mi habitación? Ahí tengo un pequeño reproductor. Respondió.
Me llevó a un hotel superlujoso y estando ahí en su habitación, el instinto salió. In mediatamente besé su boca de labios carnosos. Se me hicieron deliciosos. Recorrí con mi lengua ardiente su cuello blanco y perfumado. Se quitó la playera para descubrir un torso perfecto; mordizqueaba sus pezones y él gemía. Su verga se puso tiesa, bajé su short y me excito ver su speedo rojo delineando ese bulto que ya quería tragar. Primero di besos suaves a su paquete, la tela del speedo dejo ver esa lava en la punta del volcán, lo desnudé al fin, limpié su jugo preseminal con mi playera y le chupé la punta rosada y brillante, después me la metí toda en la boca, ¡Qué grande estaba y que deliciosa!, era inevitable dejar de mamar. El gemía y me miraba, sus ojos se entrecerraban de placer y me decía: Así mi niño, Que boca tan hábil tienes, húmeda y calientita, harás que me venga cabroncito, sigue, complace a tu papi. Se me antojaron sus huevos que eran enormes y los chupé, los relamí. Tenían un olor tan agradable. A sexo, a macho.
No paraba, estaba yo muy excitado metía y sacaba su verga descomunal de mi boca tan rápido como podía. La sentía hasta la garganta. Me dolía pero cada vez la metía más fuerte, me gustaba.
Asi, mas rápido nene, más rápido, gritaba mi hombre extranjero. Yo le decía: si papi, dame tu leche, anda, regálamela toda. Dió una ultima embestida en mi garganta, lanzo un prolongado y fuerte gemido y descargó su dulce leche en mi lengua, llené mi boca y la trague lentamente, calientita, hasta la ultima gota. Limpié su glande rosado y su verga aun seguía erecta, fuerte, dura como lista para otra descarga.
Entonces me tomó, me desnudo por completo de forma salvaje y me dijo: a ver muchachito, en realidad desde que te vi tan forzudo, joven y bello, dije: Este chavito tan papasito tiene que cojerme. Asi es que no me decepciones, paga el regalo que te dí.
El extranjero se tiró en la cama abrió sus piernas y yo con mi verga ya parada, gruesa y velluda, brillando por el lubricante, la ensarté sin dificultad. Sentí su culo tan calientito, muy cómodo, justo a la medida de mi pito de 23 cms.
Comecé el mete y saca. Primero lento y después más fuerte y rápido, él gritaba y comenzaba a sudar. Me decía: chiquito, me estas dando una lección ¿Qué ahora los hijos enseñan a sus papás? Cójeme cabroncito, métemela toda.
Yo lo estaba disfrutando, lo puse a gatas y lo cogí como perro (je je je) le estaba dando una verguiza, él solo gemía y se quebraba. A punto de terminar jalé sus rubios cabellos y atraje su cara hacía mi verga, se la metí en la boca y le dije: ¡anda gringuito de puta!, ¡sácame los mocos!. Dió tres chupadas apenas y mi descarga fue tan abundante que casi se atragantaba. Toda mi leche se fue a su garganta y otra poca cayó en su pecho.
Ya la habitación olía a semen fresco, a sexo, a hombre. Era un olor singular, muy cachondo.
Terminamos, tomé mi ropa, fui a darme un regaderazo rápido. Salí vestido. El aún estaba vestido. Tomé mis discos y le dije, ¿creo que ya te los pagué no crees?
Me respondió, sólo me pagaste uno, eres todo un macho, me gustaste. El otro me lo pagas mañana.
Ok, trato hecho, chócalas, estrechamos nuestras manos, le di un último beso en la boca y me fui a la habitación.
Por la noche puse mis discos y ha sido la mejor música de mi vida.
¿tu que opinas? je je je

excelente historia me excito......de las otras 4 esta es la ganadoraa!!1

Ya se me hicieron monótonas estas historias de hecho son las mismas gatas pero revolcadas, en caso de que hagas otra procura no usar las mismas palabras que las demás, por que eso las a hace sonar igual dando la facilidad de predecirlas… y eso le quita el misterio…

De todas los relatos que he leído, los tuyos me han gustado, sobretodo éste.