Cuántas manos han tocado tus manos,
las mismas que te han asesinado.
Cuántos ojos te han mirado a los ojos,
los mismos que al mirarte se han burlado.
Las bardas mojadas de brandy y de ron,
las piedras rozando tus wevitos.
Las bardas mojadas de brandy y de ron,
las piedras rozando tus testiculos.
Mi muñequito de hule, de plástico,
mi muñequito sintético, mi muñequito sintético,
inhalando bolsitas con resistol,
te pasas la vida perdida en un vaso de alcohol.
Dime qué ideas albergas en tu mentalidad
qué haces durante el día, vagando en esta ciudad,
sabrá dios que dolor arrastres, no lo sé,
qué sentimientos abrazas en tu corazón.
Las bardas mojadas …
Mi nuñequito sintético, mi muñequito sintético,
inhalando bolsitas con resistol,
te pasas la vida esperando un gran amor.
Cuántas manos …*
_Ahi estaba paradito, en la Avenida Zaragoza, donde se reunen muchas almas guerreras para ofrecer su armadura.
La tarifa era lo de menos.
Los cigarros se estaba agotando.
El licor hacia su efecto.
Me lleno de besos…seguidos de muchas caricias.
No me dijo la cantidad…mas me dijo su mirada.
Su cuerpo sudando y sus piernas rodeandome.
No supe ni como ni cuando.
Le propine un te amo susurrado al oido.
Esto hizo sus movimientos mas expertos.
Fue una noche de placer.
Fue mi nene.
Aunque hoy ya no lo es.
Me regalo una caricia.
Me regalo su corazon.
Vivia lejos del centro.
Pero el trayecto pude ver su alma.
Aunque sus testiculos me llamaban la atencion.
Mas me atrajo su historia.
Habia que parar por cigarros, un oxxo en la proxima esquina.
Sin mas que decir.
Ya casi amanecia.
Era hora de descansar el alma.
Reposar el cuerpo.
Y alivianar la carga.
Faltaban unas cuantas horas para que de nuevo saliera la luna.
Una vez mas, el asiento trasero fue lugar para penetrar sus ideas.
Y su cuerpo santuario de mil penas.
Me llevo al centro.
Me elevo una vez mas.
Fueron unas horas.
Fueron innumerables los orgasmos.
Ya algun dia se repetira.
Mientras tanto, a reposar.
Tu luna llena…yo hombre lobo.