Compañero, bailemos a este ritmo, que si no nuevo, propongo vayamos perfeccionando.
Ya que he emprendido -aún con cierto temor- el hablarte, permítaseme seguir haciéndolo por un poco más de tiempo.
De dónde vengo no puedo deciros, pues me estorba hablar de la muerte que aún me ronda. Estoy aquí para decirte que creo entender esa interesante selección de palabras,que como ecuaciones, arrojas desde la profundidad de tu alma.
No pretendo que haya lugares comunes que nos unan, que nos hagan conocernos.
Sólo sé que me has atraído y es mi deseo compartirte algo que medité hace no pocos días, a saber, sobre el que me parece, es mi más grande privilegio en este momento de mi entendimiento adiestrado: el libre albedrío.
Muchos conocen esas palabras, como conocen las suscritas a la expresión en curso de mi personalidad, mas ambos sabemos que el significado es muy personal, ¿ concuerdas ? eso espero, sin embargo y por esta última razón tenme paciencia y atiende a esto que te traigo, llegue a ser para ti como un refrigerio.
"Mira! -pensé en tanto veía una hoja seca sobre un auto polvoriento-, esa mariposa, aún la mosca, todo ser ( usa tu discernimiento ) viviente se alboroza con el Sol y su energía.
Ahora reflexiono y hago mérito en sopesar a conciencia sobre el privilegio más grande ( a mi parecer ) que no es el vivir, pues vive el animal como la planta, pero sin tener conciencia de sí mismos para elegir y sin degustar con gratitud, ni maravillarse por la obra de la que forman parte.
No se comprometen con nada ni llega luego su satisfacción.
Ya no saben si es día o noche, vida o muerte, sólo duermen o despiertan o caen amortajados y sepultados en un vientre. No recuerdan a sus muertos o del dolor o de la alegría de los días pasados.
De manera que muy a pesar del uso que otros hagan de este privilegio, sirva pues la mansedumbre que he alcanzado y en cada una de mis decisiones entre lo que se me ha dado a conocer como lo bueno y lo malo, lo correcto y lo incorrecto, lo verdadero y lo que es falso... que no haya un transgredir para perjuicio ninguno hacia nadie.
Venga entonces mi galardón.
Detestaré y aborreceré y laxaré mi amargura, así sea hecho para mi beneficio, lo ganaré y compraré cual palacio para la tranquilidad de mi alma."
Del cielo al infierno con un solo pensamiento caí del encomio de estas cosas,por verme sumido en la futilidad a la que he entregado mi vivir en estos días, empero pronto recobré el ánimo, no por torcer el tiempo, recordando que es este libre albedrío el que me impulsa a vivir un esfuerzo y fructificar los dones, antes que matar en mí la capacidad de obrar de esa manera.
Yendo hasta allá donde las palabras pierden su significado, abismado en el límite de mi espíritu característica homóloga de mi carne finita, esta convicción que ahora se nutre, pareciera contraponerse a tu ideología que evita cualquier etiqueta al moverse con elegancia y sustancia.
Es por ello que vengo a ti, para poner a tu consideración estas cosas, debido a que he declarado un respeto a ti mismo, considerando valiosa tu opinión a este respecto.
Para los muchos hablaría nada, a los pocos les está concedido.
Que la fragilidad de las palabras nos insten a templarlas y así a nuestro temperamento y carácter, con exagerada urgencia.
Te aseguro que no habré de debatir tu hilar palabras.
En esto veré tu aprecio, héme aquí expuesto a tu filosa espada, también desnudo.
Duermes, descansas, sueñas y olvidas, metabolizas, sientes, decides... continua existiendo también para mí, gracias.