Ante la muerte del papa los medios televisivos se saturaron de este suceso, desde mi perspectiva no puede existir alguien que sea todo bondad, para mi solo dios, y todo aquel que intente serlo pues le resulta imposible, mi perspectiva no intenta satanizar al papa como persona, no es ese mi objetivo, solo hacer notar que alguien quien muchos creen, es justo y bondadoso, puede ser injusto hasta con sus mis seguidores. Este es uno de muchos articulos que he encontrado sobre las acciones del papa las cuales no pueden ser consideradas como beneficas para la humanidad.
Ante la muerte de Karol Wojtila (it)
Ante la muerte de Karol Wojtila (it)
Date Mon, 4 Apr 2005 20:54
Ha muerto un hombre. Como anarquistas amamos la vida y
no podemos sino compadecernos. Especialmente por la
inenarrable crueldad de una agonía exhibida
indecentemente al mundo por cuenta de la jerarquía
eclesiástica.
En este día del deceso donde se ha visto a todos los
políticos italianos - de la derecha a la “izquierda” -
inclinados frente al trono de Pedro, queremos recordar
quien era el hombre a la cabeza de una monarquía
absoluta señalada a través de los siglos por su
barbarie. La iglesia que ha perpetrado y bendecido la
masacre de millones y millones de hombres y mujeres,
torturados, quemados, asesinados en nombre de la cruz
no es sólo recuerdo de un pasado nunca renegado, sino
que encontró en Wojtila un
digno epígono.
Karol Wojtila durante 27 años de papado se distinguió
por sus iniciativas reaccionarias.
Karol Wojtila ha sido responsable de la difusión del
SIDA en África, donde la publicidad y el incentivo al
uso de preservativos pudieron haber salvado de la
enfermedad a millones de personas, entre ellos a
muchísimos niños.
Karol Wojtila dio respaldo al dictador, torturador y
asesino chileno Augusto Pinochet, a quien estrechó la
mano durante el viaje al martirizado país
sudamericano, en cuyas cárceles se atormentaba a miles
de opositores políticos. Ni una palabra para las
víctimas pero si hubo la bendición para
el carnicero y su familia.
Karol Wojtila vistió el traje de oveja o el de lobo
según los intereses de la organización de cuyo Estado
fue Soberano. La izquierda lo alaba por su
pacifismo en Irak, pero olvida que sostuvo y justificó
la guerra que ha ensangrentado la ex-Yugoslavia. Con
la Croacia católica, contra musulmanes
y ortodoxos, el papa del “ecumenismo” religioso hizo
santo a Stepinac, el cardenal que junto a los
fascistas de ese país se asoció con Hitler -
“enviado de Dios” - y bendijo las innumerables
atrocidades perpetradas por los “ustachas” croatas con
la complicidad de las tropas de ocupación
italianas.
Karol Wojtila protegió y favoreció al cardenal Pio
Laghi, nuncio apostólico en Argentina durante la época
de la dictadura que masacró a 30.000 personas. Laghi
bendijo y encubrió a los torturadores y asesinos.
Karol Wojtila estuvo al mando de una transnacional con
intereses ramificados en todo el mundo y dividendos
elevadísimos en un planeta donde
la mayoría de la población sobrevive con menos de dos
dólares al día.
Karol Wojtila, un “paladín de la vida” que mantuvo una
actitud ambigua en relación con la pena capital, fue
el custodio de una cultura de opresión. Una cultura
deseosa de mortificar la existencia de las mujeres,
condenadas a parir a toda costa niños malformados o
destinados a morir de hambre. Una
cultura que prefiere una vida de dolor a una de
alegría y salud, una cultura que criminaliza al gay,
que transforma el deseo y el amor en culpa, que
defiende a quienes no han nacido y persigue a los
vivos.
Karol Wojtila santificó a curas españoles que se
levantaron en armas junto a las tropas del
católico-fascista Francisco Franco. Estos “santos
mártires” deseaban resucitar las pompas de la iglesia
de Torquemada y de los quemaderos, los “hornos
colectivos” donde los herejes eran cocinados a
fuego lento. Como los anarquistas y libertarios de
1936 que se batieron por la vida y la libertad contra
el fascismo y la opresión clerical, nosotros,
anarquistas y libertarios de hoy, aún con el respeto
debido ante la muerte de un hombre, no nos
arrodillamos, no nos unimos al coro de tantos - que a
la derecha y a la izquierda - se inclinan frente al
féretro del jefe de una de las organizaciones más
feroces, sanguinarias y liberticidas que la historia
recuerda.
Nuestra lucha contra las religiones y las iglesias se
nutre de comprender que solo la emancipación de la
locura religiosa y del clero que la patrocina podrá
abrir a hombres y mujeres una vida plena, alegre,
vivida en la libertad del respeto a la diversidad, en
la solidaridad entre iguales.
Comisión de Correspondencia de la
Federación Anarquista Italiana
Traducido por la redacción de El Libertario.