Doctor:
Hace quince días, al salir del cyber café, resbalé en las escaleras mojadas por la lluvia (iba bajando) y caí de espaldas sobre estas; prácticamente mi trasero recibió el castigo, evidenciado por el tremendo moretón.
La particularidad de mi asunto radica en que mi nalga izquierda, que fué la más apabullada, tiene una protuberancia no muy notable con ropa, pero sí en el "perfil" de mi desnudez. Me duele un poco al sentarme, como después de que se recibe una inyección. La sangre coagulada ha desaparecido casi por completo, pero no toda.
Al palpar la carne que parece arremolinada y subida por el golpe en mi nalga, no siento tanto dolor, he estado masajeando la zona afectada y aplicando una pomada a base de veneno de abeja que mi hermana me dió.
¿Hay alguna otra cosa que pueda hacer?