Desde el cielo bajó una estrella...
y ahí va maría a estrellarse en el cerro, sembrando rosas, cultivando espinas, preguntándose, de qué color deberán ser mis enaguas? Y va piadosa, como la hormiga, remilgando sobre los quehaceres de la casa, despilfarrando palabras que a nadie le importan. Amenazas que se le olvidan, hijos suyos que se encomiendan a la guadalupana para robar como Dios manda.
Y ahí va María a llenarse de rabia y a recitar pendejadas y persignarse en los mismos puntos de la cara. Que si la deshonra que si la vida pasa, y ahí va maría con sus huaraches zurcidos metiéndose en la vida de los demás. Qué chingaos te importa maría lo que haga la demás gente, mejor arréglate esas trenzas que estan despanzurradas y quítate esa pansa que te afea, mujer, pareces embarazada de cuatro hijos: dos al frente y uno a cada costado!!!
Y ahí va María, con la desgana y la envidia a cuestas, malnombrando a la gente. Qué te importa María!!, a nadie le ocupa si eres estudiada, María, quítate esas marcas del demonio que tienes en el cuerpo, esas que la gente de la ciuda les dice estrías.
Y ahí va María, a chingar a su madre todas las mañanas.