Topic: | El Pecado Nefando. |
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Imoq
Computólogo v.2007 Posts: 1213 Posted: |
Aquí lo comparto con ustedes:Code<code>Piedra de Toque / El pecado nefando Por Mario Vargas Llosa El Norte (10 Agosto 2003).- Lo que más sorprende en el documento sobre las parejas homosexuales que dio a conocer El Vaticano el 1 de agosto -escrito por el Cardenal Joseph Ratzinger y aprobado por el Papa- no es la reafirmación de la doctrina tradicional de la Iglesia católica que condena el amor entre personas del mismo sexo como 'un comportamiento desviado' que 'ofusca valores fundamentales'. ...sino la vehemencia con la que en él se exhorta a los parlamentarios y funcionarios católicos a actuar para impedir que se adopten leyes que autoricen la unión homosexual o, si se aprueban, para frenar y dificultar su aplicación. En este caso sí que no parece funcionar para nada aquella sabia distinción evangélica entre lo que es del César y lo que es de Dios: el documento entra a saco en la vida política y da instrucciones inequívocas y terminantes a los católicos para que actúen en bloque, disciplinados y sumisos como buenos soldados de la fe. Con la misma claridad con la que ha fulminado el divorcio, el aborto, la eutanasia y la ingeniería genética, el Cardenal Ratzinger y, tras él, el Papa Wojtyla, recuerdan a los parlamentarios católicos que "tienen el deber moral de expresar diáfana y públicamente su desacuerdo y de votar contra los proyectos de ley" que amparen los matrimonios homosexuales, y de "presentar enmiendas que limiten los daños" de semejantes leyes. Al mismo tiempo, los funcionarios católicos deben "reivindicar el derecho a la objeción de conciencia para no cooperar con la promulgación y aplicación de leyes tan gravemente injustas". La condena es todavía más rotunda en lo relativo a la adopción de niños por parejas homosexuales, práctica "gravemente inmoral" que, aprovechando la "debilidad" de un ser de pocos años serviría para "introducir al niño en un ambiente que no favorece su pleno desarrollo humano", ya que "las relaciones homosexuales contrastan con la ley moral natural". Con argumentos así, aderezados con la presencia sulfúrica del demonio, la Iglesia mandó a millares de católicos y de infieles a la hoguera en la Edad Media, y contribuyó decisivamente a que, hasta nuestros días, el alto porcentaje de seres humanos de vocación homosexual viviera en la catacumba de la vergüenza y el oprobio, fuera discriminado y ridiculizado, y se impusiera en la sociedad y en la cultura el machismo, con sus degenerantes consecuencias: la postergación y humillación sistemática de la mujer, la entronización de la viril brutalidad como valor supremo y las peores distorsiones y represiones de la vida sexual en nombre de una supuesta "normalidad" representada por el hetero sexualismo. Parece increíble que después de Freud y de todo lo que la ciencia ha ido revelando al mundo en materia de sexualidad en el último siglo la Iglesia católica -casi al mismo tiempo que la Iglesia anglicana elegía al primer Obispo abiertamente gay de su historia- se empecine en una doctrina homofóbica tan anacrónica como la expuesta en las 12 páginas redactadas por el Cardenal Joseph Ratzinger. A juzgar por algunas reacciones y encuestas que leo en la prensa italiana -escribo estas líneas en las costas de Sicilia donde no llegan otros diarios europeos- no toda la grey católica ha acatado con la docilidad debida el úcase vaticano. El senador Edward Kennedy, en Washington, declaró que "la Iglesia católica debe ocuparse de religión y no de tomas de posición políticas" y reafirmado su apoyo a las uniones de parejas gays. Así lo ha hecho también el Primer Ministro canadiense, Jean Chrétien (católico), país donde está a punto de aprobarse una ley que autoriza el matrimonio homosexual. Según el Corriere della Sera el 51.6 por ciento de los italianos favorece las uniones entre parejas del mismo sexo y en España, según un sondeo del diario El Mundo, el porcentaje favorable sería aún mayor: 53 por ciento. El mismo diario italiano transcribe una declaración contundente del dirigente demócrata-cristiano Pim Walenkamp, de Bélgica, uno de los cinco países europeos donde se han autorizado las uniones homosexuales (los otros son Dinamarca, Suecia, Holanda y Francia): "No daremos un paso atrás. El Papa haría bien de ocuparse de temas importantes como aquellos que tienen que ver con los países pobres del mundo, en vez de señalar con el dedo lo que hacen las personas en la intimidad del lecho". La filípica antihomosexual del Vaticano es tanto más sorprendente cuanto que si ha habido una institución en el mundo que en los años recientes haya vivido en carne propia, y de la manera más dramática, el drama del homosexualismo y las nefastas consecuencias que tiene para los individuos particulares y para el conjunto de la sociedad el desconocerlo, condenarlo y cerrarle todas las vías de manifestarse, es la propia Iglesia católica. Sólo en los Estados Unidos ascienden a centenares, y acaso millares, los casos de pedofilia, acoso sexual y homosexualismo en los colegios, seminarios, centros de animación cultural y deportiva dirigidos por la Iglesia católica que han llevado al banquillo de los acusados a sacerdotes, Obispos, párrocos, instructores, catequistas, escándalos que no sólo han sacado a la luz un lastimoso trasfondo de "sexualidad pervertida" al amparo de la autoridad sacerdotal, sino que, desde el punto de vista económico, han costado a la institución eclesiástica en los Estados Unidos sumas astronómicas en reparaciones, compensaciones por daños y perjuicios y arreglos extra judiciales. El caso, particularmente doloroso, del Obispo de Boston sirvió para ilustrar mejor que ningún argumento racional la insensatez de imponer una ortodoxia sexual sin tener en cuenta la infinita variedad de matices de la personalidad individual y la manera tortuosa y trágica en que la naturaleza humana se rebela contra esas camisas de fuerza causando verdaderos estragos en su vecindad y, claro está, en la propia persona del victimario/víctima. Con toda esta experiencia vivida en su propio seno, hubiera cabido esperar que la Iglesia se mostrara más cauta, comprensiva y tolerante con el tema del homosexualismo. Pero el texto del Cardenal Ratzinger muestra exactamente lo opuesto: un encastillarse con empecinamiento dogmático en una doctrina intolerante que, en la práctica y en los propios predios de la Iglesia católica, va haciendo aguas por todos los poros. Pero, acaso este texto, púdicamente titulado "Consideraciones sobre el proyectado reconocimiento legal de la unión entre personas homosexuales" vaya dirigido, no tanto a contener la marea de permisividad y tolerancia en materia sexual que va ganando a toda la cultura occidental, y contagiando a otras, sino a poner orden en el seno de la propia Iglesia católica, donde, precisamente a raíz de los continuos escándalos de pedofilia y acoso sexual en que se han visto envueltos tantos sacerdotes y religiosos, se ha hecho público un estado de cosas que -utilizando la propia retórica y la moral de la institución que, ni qué decir tiene, no son las mías- el Cardenal Ratzinger y el Papa llamarían de "profunda descomposición moral". Si ese es el propósito, tengo la seguridad de que está condenado al fracaso. Porque los escándalos sexuales recientes en el seno de las congregaciones, seminarios, colegios y parroquias católicos no resultan de un debilitamiento de la autoridad eclesiástica ni de la falta de disciplina interna, sino de una naturaleza humana que ni ahora ni antes pudo ser artificialmente embridada sin causar estragos y lacerar la sicología y la conducta de los seres humanos. La diferencia entre hoy y ayer, en materia sexual, dentro y fuera de la Iglesia católica, no es de comportamiento. Este no puede haber variado mucho porque, aunque hayan cambiado muchas costumbres y creencias, las pulsiones, los instintos, los deseos y las fantasías que animan la vida sexual siguen siendo los mismos. Es de publicidad. Antes, los escándalos podían ser ocultados y los pedófilos y acosadores sexuales salirse con la suya, como sigue ocurriendo todavía en las sociedades cerradas y sometidas a la dictadura religiosa. En las sociedades abiertas ello ya no es posible, porque la libertad ha ido abriendo todas las puertas y haciendo que lo que antes permanecía tapado y escondido se ventile a plena luz y llegue a los diarios, las pantallas de televisión y los tribunales. La verdad que se hace pública, gracias a ello, no concierne solamente a una realidad institucional, a los pequeños dramas y escándalos que tienen como escenario a la Iglesia católica. Concierne a una verdad sobre el ser humano en general y a la identidad sexual de las personas, una identidad mucho menos rígida y unidimensional de lo que enseñaba la doctrina y mucho menos dócil a las enseñanzas pastorales de lo que la Iglesia sostiene. Esa verdad no se puede ignorar, so pena de quedarse rezagado, cada vez más al margen de la historia y el mundo en los que vivimos inmersos, como ocurre con esas vehementes y feroces diatribas que de tanto en tanto escribe el Cardenal Ratzinger y aprueba el Papa Wojtyla, empeñados contra toda razón y admirable terquedad numantina en negar su tiempo y rechazar la vida. Los millones de homosexuales católicos que hay en el mundo no renunciarán a su sexualidad debido a las fulminaciones vaticanas. Aun cuando se empeñaran en hacerlo, su propensión sexual terminará por encontrar unos resquicios a través de los cuales manifestarse y adquirir derecho de ciudad, a veces con grandes traumas y desgarramientos para el propio sujeto y sus próximos. No es el sexo, son la Iglesia y la fe católicas las víctimas privilegiadas de este nuevo manifiesto cavernícola.</code> El escritor tiene mucho de razón... (excepto usar la palabra "homosexualismo" en lugar de "homosexualidad", jeje, pero se le perdona). |
Imoq
Computólogo v.2007 Posts: 1213 Posted: |
Carolina López contesta respecto al artículo anterior:Code<code>Carolina López / El pecado de Vargas Llosa Por Carolina López El Norte (16 Agosto 2003).- Si lo que pretende el afamado peruano cada vez que cuestiona a la Iglesia católica no es verter juicios objetivos y veraces, sino aplastarla y denigrarla, ¿qué esperanza tiene de que los lectores católicos le abramos las puertas de nuestra comprensión? La mayoría de los que presumen andar por el mundo con la verdad en la boca, lo que nunca te explican es que eso de herir a los demás con sus supuestas verdades les encanta. Y que, en muchas ocasiones, no defienden su verdad porque la amen, sino porque les entusiasma aplastar a los demás debajo de su verdad. El domingo pasado, Mario Vargas Llosa publicó en EL NORTE un artículo titulado "El Pecado Nefando". Después de leerlo, no pude más que sentir lástima por un escritor tan culto y que no es capaz de opinar con serenidad en temas relacionados con la Iglesia católica. Si lo vemos con objetividad, el artículo es pobre de argumentos y fuerte de adjetivos. Y cuando hay demasiados adjetivos y pocos argumentos, no es posible el diálogo. Pero aun así, intentaré aclarar algunos de los puntos que tergiversa Vargas Llosa al opinar del documento sobre las parejas homosexuales que dio el Vaticano este mes. 1. La Iglesia no "condena el amor entre dos personas del mismo sexo como un comportamiento desviado que ofusca los valores fundamentales". No, nunca, pues el amor al prójimo es la base del cristianismo. Lo que se condena es la equiparación de las uniones entre homosexuales con el matrimonio. En esto se ve cómo Vargas Llosa deforma, claramente, el contenido de la carta del Papa para poder ridiculizarlo y no entra en la verdadera discusión de los argumentos. 2. Que me perdone el señor Vargas Llosa, pero sí funciona en este caso la distinción evangélica entre lo que es del César y lo que es de Dios. No funciona cuando el César juega a ser Dios y se pone a redefinir qué es un matrimonio. 3. ¿Por qué no cree el escritor peruano que la adopción de niños por parejas homosexuales introduce al niño en un ambiente que no favorece su pleno desarrollo humano? Sin embargo, esto es obvio, pues para que haya plenitud en el desarrollo, por lo menos el niño tiene que vivir de cerca todas las posibilidades y enriquecerse con sus específicas aportaciones. El niño necesita de la paternidad y la maternidad para desarrollar su personalidad y formar, sobre todo, su estructura afectiva. Y esto lo comprueban decenas de sicólogos y expertos en desarrollo del niño y relaciones de familia. 4. Lo de que la Iglesia "mandó a millares de católicos y de infieles a la hoguera en la Edad Media" no creo que Vargas Llosa lo diga por ignorancia, sino como consecuencia de la falta de serenidad al escribir sobre este tema. Sería muy largo responder con argumentos históricos. Hace varios años, escribí un editorial aclarando las principales falacias sobre la Inquisición. Le resumo algunas: la Inquisición dependía más de los reyes que de la Iglesia, que muchas veces censuró sus abusos. Hay mucha correspondencia, por ejemplo, entre los Papas y los reyes de España sobre esto. Los casos de Giordano Bruno, etcétera, han alimentado mucho esta leyenda, pero ni fueron en la Edad Media ni fue lo normal. Para más información, recomiendo leer "Leyendas negras de la Iglesia", de Vittorio Messori. Aporta datos muy exactos. 5. No creo que sea correcto hablar de "vocación homosexual". En el diccionario "vocación" significa: "Acto por el cual Dios señala a todo ser humano una misión determinada, que constituye su fin personal. Destino, llamamiento al sacerdocio o a la vida religiosa. Inclinación a cualquier estado, profesión o carrera". Como se puede ver, la pulsión sexual no entra en esta definición. 6. En lo que respecta a la cultura del machismo, que me perdone de nuevo Vargas Llosa, pero la Iglesia no fue la que implantó esta cultura. El machismo tiene hondas raíces en los pueblos indígenas americanos, fue combatido por los misioneros, pero fue alentado por la masonería, que, hasta hace muy poco tiempo, no permitió las logias femeninas o mixtas. El machismo, tal y como lo conocemos hoy, es, paradójicamente, un fruto de la revolución industrial. La mujer que trabajaba en el campo, junto al varón, pasó a quedarse en casa mientras el marido iba a la fábrica y ahí comenzó una diferenciación muy fuerte de roles que no existía en las sociedades agrícolas. 7. Pienso que las encuestas no son siempre la mejor forma de averiguar dónde está el bien y dónde está la verdad. Si Copérnico en su tiempo hubiera hecho una encuesta sobre sus teorías, habría salido que el 99 por ciento las consideraba absurdas, pero no por ello eran falsas. Además, hay que recordar que la Iglesia se alimenta de las verdades de la Revelación que se encuentran en la Escritura y en la Tradición de la Iglesia. 8. ¿Será la negativa de la Iglesia a aceptar los matrimonios entre homosexuales un problema de la presión que se hace a la naturaleza humana, como piensa el escritor peruano? ¿O no será más bien que el mundo en que vivimos está deformando la sexualidad y está creando una sociedad en donde reina la promiscuidad y la falta del suficiente autodominio para vencerla? La Iglesia se podrá quedar rezagada, como dice Vargas Llosa, respecto a lo que hoy aparece como progresista, pero la Iglesia lleva ya 2 mil años de historia y no parece que vaya a terminarse mañana. El tiempo nos dirá quién está rezagado. Por eso hay que dejar en claro que el pecado de Vargas Llosa no es disentir del pensamiento de la Iglesia o de sus documentos, cualquiera está en el derecho de hacerlo, sino añadirle el placer de hacerle daño. Y es que una opinión inyectada de falacias tiene altísimas posibilidades de ver cerradas las puertas de la comprensión de los oyentes, pero no por lo que pueda tener de razón, sino por lo que lleva de falacias. Si lo que pretende el afamado peruano cada vez que cuestiona a la Iglesia católica no es verter juicios objetivos y veraces, sino aplastarla y denigrarla, ¿qué esperanza tiene de que los lectores católicos le abramos las puertas de nuestra comprensión?</code> Así que esta defensora acérrima del papa y el catolicismo no se deja, jeje. ¿Qué opinan del tema en general? |
EL_EFRIF
Ego sum qui sum Posts: 268 Posted: |
Hola. <_< Es un tema muy controversial, en el que cada parte tiene su postura. Pero el comentario que hace Carolina López trata de ser objetivo y con bases, siendo que no es nada de las dos cosas anteriores. Vargas Llosa da su particular punto de vista sobre una situcación que es difícil de ocultar. Tan sencillo también es de difícil de ocultar toda la gama de cosas que la Iglesia ha condenado, a lo largo del tiempo, pero que se encuentra en su propio seno. Y si de interpretaciones se tratan, la Iglesia se pinta sola para su beneficio circunstancial. Desgraciadamente tiene una gran influencia en diversas sociedades y élites. Pero, si somos de Dios, ¿por qué se mete el César?, ¿sederemos a sus intereses?. <_< Saludos. El Efrif. B) |
Imoq
Computólogo v.2007 Posts: 1213 Posted: |
A propósito de Bush y la iglesia, jeje. (Foto tomada de proceso.com.mx) |
El_Lobo
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Pero, si somos de Dios, ¿por qué se mete el César?, ¿sederemos a sus intereses?. Saludos. El Efrif. pues el cexar no ha metido sus comentarios, entonces sigue trompudo.... o quiere beso? |